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El monotributo gana terreno como alternativa laboral, pero alertan sobre su impacto en la calidad del empleo

23/07/2025 | Economía

Dos de cada tres nuevos puestos corresponden a trabajos sin relación de dependencia o en condiciones informales, según expertos.

El empleo en Argentina no se redujo tan drásticamente en el último tiempo, a pesar del fuerte ajuste impulsado por el gobierno de Javier Milei. Una de las claves, según analistas del mercado laboral, es el crecimiento del trabajo independiente a través del monotributo, una figura que fue adoptada especialmente por jóvenes profesionales y utilizada por empresas que enfrentan altos costos laborales.

Aunque esta modalidad permitió sostener niveles de ocupación, especialistas advierten que podría ser indicativa de una precarización creciente en el mundo del trabajo, ante la falta de oportunidades formales.

Datos oficiales señalan que entre 2011 y 2024, el 37% del aumento en aportantes monotributistas y autónomos se debió a esta vía, que permite a las compañías incorporar personal sin los costos propios de una relación laboral tradicional.

No obstante, se mantiene elevada la informalidad laboral, con cuatro de cada diez trabajadores sin aportes previsionales. Un informe de la Secretaría de Trabajo advierte que, si bien el régimen puede aportar a una reducción del trabajo no registrado, “el aporte en ese régimen del monotributo no implica acceso a la formalidad en la categoría ocupacional de asalariados”.

En enero de 2024, los inscriptos en monotributo y autónomos alcanzaron los 2,5 millones, frente a los 1,7 millones registrados tres años atrás. Este crecimiento se explica, en gran parte, por el recurso de muchos trabajadores a esta figura para multiplicar sus ingresos en un contexto de aumento generalizado de tarifas, transporte y servicios.

El economista Esteban Domecq, director de Invecq, advirtió: “Dos de cada tres empleos nuevos corresponden a personas que trabajan en la informalidad o (en su gran mayoría falsamente) como independientes (incluye monotributo y monotributo social)”.

Un estudio de la Secretaría de Trabajo indicó que el 65% del crecimiento en aportantes al monotributo o autónomo corresponde a personas con educación terciaria o universitaria, ya sea completa o incompleta.

Si bien el fenómeno del monotributo se registra desde hace más de dos décadas, su expansión se acentuó en los últimos años, ante el estancamiento del empleo asalariado formal privado.

Este régimen fue creado en 1998 con el objetivo de fomentar la formalización de trabajadores independientes y facilitar su inclusión social.


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