La Conmebol confirmó en la madrugada de este jueves la cancelación definitiva del encuentro entre Independiente y la Universidad de Chile, correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana, debido a los graves incidentes registrados en el estadio.

De acuerdo al comunicado oficial de la Dirección de Competiciones, la medida se adoptó por la “falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad”.

El organismo detalló que el expediente con toda la información sobre los hechos será elevado a los órganos disciplinarios. En ese sentido, precisó que el partido queda cancelado y que será la Comisión Disciplinaria la que defina las “futuras determinaciones”, que podrían incluir sanciones y la resolución de la serie fuera del campo de juego.

La decisión se conoció pocas horas después de los disturbios en las tribunas del Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, que forzaron al árbitro a detener el cotejo en el inicio del segundo tiempo.

Según lo ocurrido, hinchas de la U. de Chile ubicados en la tribuna Pavoni Alta sustrajeron una bandera de la parcialidad local, la incendiaron y comenzaron a arrojar proyectiles —piedras y botellas— hacia la Pavoni Baja, lo que dejó heridos de gravedad entre los simpatizantes de Independiente.

La voz del estadio pidió reiteradamente a los fanáticos chilenos que se retiraran, pero los disturbios continuaron, obligando a los jugadores a refugiarse en los vestuarios.

Cuando la mayoría de los visitantes ya había desalojado, la barra de Independiente se dirigió hacia ese sector y atacó a los hinchas rivales. Varios fueron golpeados, desnudados e incluso algunos se arrojaron desde la tribuna para escapar de la violencia.